Con 15 años, mientras entrenaba duro y compaginaba estudios y competiciones, surgió la idea que más tarde se convertiría en AX Creative. No tenía aún nombre ni estructura, pero ya tenía un motor claro: quería contar historias con impacto. Y quería hacerlo de forma distinta a lo que veía a mi alrededor.

Años después, tras terminar mis estudios en Barcelona, esa semilla encontró un terreno fértil: me ofrecieron una beca universitaria en Estados Unidos gracias a la natación. Me fui a Palm Beach, Florida, y cursé allí un doble grado en Marketing y Comunicación Internacional en la Keiser University.

Vivir y competir en Estados Unidos

Estudiar en EE. UU. fue una experiencia transformadora. No solo por la exigencia académica, me gradué cum laude, sino por el entorno hipercompetitivo, creativo y multidisciplinar en el que vivíamos cada día.

El deporte seguía siendo parte fundamental de mi vida: ganamos tres campeonatos nacionales universitarios con el equipo. Pero al mismo tiempo, en clase y en la vida cotidiana, empecé a ver cómo las marcas se movían, cómo se comunicaban, cómo construían su presencia con ambición, estética y visión global. Aprendí que una marca no es solo un logo o un anuncio: es una experiencia coherente que se construye en cada detalle.

De vuelta a casa, con otra mirada

Cuando regresé a Barcelona, volví con una idea clara: tenemos muchísimo talento en Europa, pero muchas marcas todavía no se comunican con todo su potencial. Vi una oportunidad de traer esa visión aprendida en EE. UU. más directa, más estratégica, más emocional, a un contexto donde aún había margen para arriesgar más.

Así nace AX Creative: con la misión de combinar pensamiento estratégico, ejecución visual impecable y una narrativa que conecte de verdad. No venimos a repetir fórmulas. Venimos a crear contenido que impacte, que se entienda y que deje marca.

Hoy y hacia adelante

AX Creative es mucho más que una agencia. Es una forma de hacer. Y esa forma nace de lo que viví desde niño: constancia, exigencia, mentalidad competitiva, pero también colaboración, creatividad y pasión por contar historias.

Todo lo que aprendí en la piscina, en la universidad y compitiendo a nivel nacional e internacional, lo aplicamos hoy a marcas que quieren dar el siguiente paso. Y lo hacemos desde aquí, desde Barcelona, pero con una mirada siempre global.